Córdoba: 4 Muertos, 25 Heridos, Más de un Centenar de Detenidos y Edificios y Automóviles lncendiados

Violentos Incidentes * El Ejército Ocupó la Ciudad * Rige el Toque de Queda * Allanaron la C.G.T. * Francotiradores en el Barrio Clínicas * La Situación Fue Muy Grave * Sobrevuelos

CÓRDOBA, 29 (De nuestra agencia y enviados especiales). - Cuatro muertos, 25 heridos, más de un centenar de detenidos, varios edificios y automotores incendiados y numerosos comercios asaltados y saqueados (entre ellos dos armerías) fue el lamentable saldo de una jornada de dramaticidad y angustia que vivió hoy esta ciudad. Un día que había comenzado con su calma habitual se vio trocado de pronto cuando obreros que abandonaban sus lugares de trabajo y grupos estudiantiles organizaron una manifestación en dirección a la Plaza Colón. Primeros desmanes y primeras escaramuzas con la policía. Minutos después del mediodía la situación era de tal gravedad que el comandante del III Cuerpo de Ejército, general Sánchez Lahoz, había decidido que el Ejército ocupara la ciudad. Mientras avanzaban sobre Córdoba efectivos de infantería aerotransportada se produjeron nuevos tiroteos, especialmente en el Barrio Clínicas (donde actuaban francotiradores).

Una hilera de autos incendiados, junto a los destrozos de un comercio

Los manifestantes, que hasta entonces habían obligado a replegarse a veces a la policía, comenzaron a ceder poco a poco. Aviones de la Fuerza Aérea sobrevolaron, por lo menos en dos oportunidades, a esta ciudad. Por la noche fue impuesto el toque de queda, allanada la C.G.T. y detenidos sus dirigentes. A esa hora se difundió una severa advertencia del comando del Tercer Cuerpo de Ejército en el sentido de respetar las órdenes de las guardias militares. Entretanto, la ciudad estaba completamente a oscuras y en sus calles sólo permanecían los soldados.

Manifestación

Los incidentes en el radio céntrico de la ciudad de Córdoba, se iniciaron aproximadamente a las 11, cuando un grupo de trabajadores intentó un desfile por la avenida Colón, vivando la huelga obrero estudiantil. Una compañía de gases procedió a disolverlos, pero los trabajadores levantaron barricadas y se defendían arrojando piedras y ladrillos contra los guardianes del orden.

Esa pareció haber sido la señal del comienzo de una etapa sin control, en la que el grupo de trabajadores adheridos a SMATA (gremio metalúrgico), de Luz y Fuerza y gruesos contingentes estudiantiles se distribuyeron estratégicamente, librando verdaderas batallas campales con los guardadores del orden público.

Las columnas de manifestantes Las columnas de manifestantes

Barricadas e Incendios

El público, prácticamente, desapareció del radio céntrico y el comercio cerró sus puertas. Fue entonces cuando varios de los núcleos sindicales se dedicaron a destruir las vidrieras de numerosos comercios, algunos de los cuales fueron incendiados. Simultáneamente, grupos estudiantiles, tras intensa puja por llegar a plaza San Martín, donde proyectaban realizar una concentración —objetivo que no fue logrado—, se disgregaron por calles laterales improvisando grandes barricadas y fogatas, con las que combatían los efectos de los gases lacrimógenos. Durante la jornada, más de un centenar de comercios sufrieron cuantiosos daños, varios edificios resultaron destruidos por el fuego, y otro tanto ocurrió con más de 30 vehículos que fueron incendiados y cruzados en las calles para evitar el avance policial.

Enfrentamiento entre oficiales montados y manifestantes

Frente a la dramaticidad de los acontecimientos, el gobernador Caballero formuló una exhortación a todos los sectores para que depusieran su actitud agresiva y, por vía de la paz, el trabajo y el diálogo, se restablezca el orden público.

Los sucesos fueron avanzando en intensidad, pese a los esfuerzos policiales. En las primeras horas de la tarde se había creado un verdadero cordón de barricadas que rodeaban el casco céntrico, impidiendo el ingreso y la salida de vehículos a las arterias principales.

Muertos y Heridos

Pasadas las 13, y a causa de diversos tiroteos registrados entre la policía y grupos de trabajadores y estudiantes, se pudo establecer que habían resultado muertos por impactos de bala los obreros de Kaiser, Máximo Mena y Oscar Castillo, ambos afiliados de SMATA. Asimismo, había dejado de existir, asfixiado por los gases, el ingeniero Santiago Griffa, pese a los cuidados que se le dispensaron en el Hospital Nacional de Clínicas. Otros se asistían en distintos nosocomios, entre ellos en el Hospital de Urgencia.

Graves Daños

Distintos grupos no identificados originaron graves daños en más de un centenar de comercios ubicados en diversos lugares del casco céntrico. Junto a la rotura de vidrieras, en algunos casos, se procedía a retirar mercaderías (muebles y otros efectos) que fueron arrojados a hogueras y barricadas que se improvisaban en distintas arterias. En otros casos se incendiaron vehículos, algunos extraídos de las playas de estacionamiento, ubicándoselos como freno al avance policial. Varios edificios fueron incendiados, resultando impotentes los esfuerzos de los bomberos para extinguir los siniestros.

Entre ellos figuran una casa de departamentos ubicada en la Av. Colón esquina Jujuy, en cuya planta baja funcionaba la representación de la empresa Xerox, cuyas maquinarias fueron arrojadas a la vía pública, y la sucursal de la confitería Oriental, frente a la plaza Colón. También hubo un incendio en la sucursal de la firma Thompson y Williams; varias mueblerías de la calle Rivadavia y Lima, y en los locales de ventas de automotores denominados Tecnicor, Piatini y Cía., donde resultaron destruidos más de 10 vehículos, la mayoría de ellos nuevos.

Vista de las barricadas hechas por los manifestantes, desde el interior de un comercio

También fueron asaltadas 2 armerías ubicadas en el radio céntrico, desde las cuales se sustrajeron numerosas armas y municiones.

Un núcleo penetró al Casino de Suboficiales de las Fuerzas Armadas, ubicado en Arturo Mervasi y San Juan, arrojando los muebles a la vía pública y agrediendo —felizmente sin mayores consecuencias— a un grupo de cadetes del Liceo Militar General Paz, los que recibieron alojamiento en una residencia particular.

El Ministerio de Obras Públicas y las construcciones de la nueva terminal de ómnibus también eran afectadas por sendos incendios.

Interviene el Ejército

El comandante del Tercer Cuerpo de Ejército, general de división Eliodoro Sánchez Lahoz, que siguió atentamente el curso de los acontecimientos desde hora temprana, emitió desde las 13 y hasta las 16 diversos comunicados en su carácter de comandante en jefe del Tercer Cuerpo de Ejército.

En los primeros de ellos exhortaba a los núcleos que perturbaban la tranquilidad pública para que suspendan los actos de violencia y se reintegren a sus tareas. Como dichos reclamos no dieron el resultado que la tranquilidad de la población exigía, el general Sánchez Lahoz emitió el comunicado número 4 a las 15.30, señalando que en virtud de la situación que se vivía en la ciudad, con el propósito de restablecer el orden público y las garantías individuales, efectivos de su comando comenzarían el control de la ciudad a partir de las 17.

Poco después de las 16, efectivos de la Cuarta Brigada de Infantería Aerotransportada, a cargo de su comandante, general Carcagno, iniciaron la marcha hacia la ciudad en pie de guerra. En el trayecto, las tropas ejecutaron tareas de limpieza y fueron hasta agredidas por francotiradores que hirieron a dos soldados, uno de ellos de gravedad, alojándole una bala en el pecho y otra en una pierna, internándose de inmediato para su atención en el Hospital de Clínicas.

Tiroteos

En el otro extremo, sobre avenida Maipú y Chacabuco, la gendarmería intervenía para dispersar a manifestantes que se atrincheraban en barricadas.

Mientras avanzaban sobre Córdoba efectivos de infantería aerotransportada se produjeron nuevos tiroteos.

Hasta las 16.30 el casco céntrico de la ciudad estaba prácticamente copado por grupos de manifestantes que hacían barricadas en distintas arterias, donde periódicamente se escuchaban tiroteos. A las 16, se anunció extraoficialmente que otros dos estudiantes habían sido heridos gravemente de bala, y a las 16.15 partieron desde su unidad en el camino a Calera y con destino al radio céntrico todos los efectivos de la cuarta brigada de infantería aerotransportada, encabezada por su director, el general Carcagno.

Toque de Queda

Un poco después se hizo público el último comunicado del comando militar disponiendo el toque de queda a partir de las 20.30 hasta las 6.30 del día de mañana.

Corresponde consignar que a las 21 el orden se hallaba prácticamente restablecido en la totalidad del radio céntrico, donde se registró un apagón de luces que se prolongó durante casi una hora, sin haberse establecido el origen de este hecho.

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El gobernador Caballero emitió un comunicado destacando que el ejército "debió intervenir en los sucesos de la ciudad de Córdoba en defensa de la vida, los derechos y los bienes de los ciudadanos puestos en peligro por la violencia desatada". Tanto el doctor Caballero como el general Sánchez Lahoz y el jefe de la guarnición aérea, brigadier Cordón Aguirre, seguían esta noche el curso de los acontecimientos, manteniendo el doctor Caballero y el general Sánchez Lahoz sucesivas comunicaciones con el comando en jefe del ejército y con el Ministerio del Interior, a quienes daban cuenta del curso de los sucesos.

Anoche, a las 21.15, efectivos de Aeronáutica tomaron también participación en el operativo del restablecimiento del orden y asumieron la custodia de la sede gubernamental y otros edificios públicos.

Incidentes

Todo el perímetro de la estación terminal de ómnibus, ubicado en la avenida Vélez Sársfield se convirtió en determinados momentos en un verdadero campo de batalla donde menudearon los proyectiles por ambos bandos y la seguridad del público que transitaba por la zona se veía permanentemente amenazada. La policía, desbordada en muchas ocasiones, apelaba a las armas abiertamente y los disparos se sucedieron con alguna frecuencia.

El pánico se extendió y en pocos minutos todo quedó convertido en campo de guerra. Las puertas de los domicilios herméticamente cerradas y las corridas y griterías conformaban un panorama bélico pocas veces registrado en esta ciudad. El clima se agravó cuando varios manifestantes recogieron el cuerpo casi inerte de un hombre joven que fue rápidamente sacado de la zona de peligro e introducido en un automóvil particular. Cuando se restableció la calma solo quedaban en la zona de la terminal de ómnibus algunos piquetes de caballería y contados curiosos que se aventuraban a asomarse por las puertas entreabiertas.

Las calles, luego de los incidentes. Las calles, luego de los incidentes.

En una relación cronológica de hechos, corresponde señalar que a las 13 en Boulevard Junín y Chacabuco se levantaron barricadas y se intentó el incendio de los surtidores de nafta allí existentes mediante bombas de tipo Molotov. Instantes después, la policía recibía orden de concentrar sus efectivos en la ciudad. A las 13.10 llegaron a la Clínica Buenos Aires tres heridos de arma de fuego. Instantes antes, en la esquina de las calles Montevideo y Marcelo T. de Alvear se produjo otro tiroteo entre manifestantes y policías, del cual resultó una persona herida de bala en el pecho. Su deceso fue instantáneo y según expresiones de algunos presentes la víctima era Máximo Mena, obrero de SMATA. En la esquina de Arturo Bas y Boulevard San Juan otro oficial de la Guardia de Infantería resultó herido de bala. A las 13.15 llegaron a la sala policial del hospital San Roque, con heridas de bala en el abdomen, un oficial de la Guardia de Infantería, señor Efraín Cornejo, y el subcomisario Santiago Gudiño.

A las 13.30, los efectivos de la Gendarmería Nacional que se hallaban al apresto frente al Departamento Central de Policía se pusieron en movimiento para acompañar a la policía en la acción represiva.

Poco después de las 13, llegaban a distintos nosocomios Tomás Garacoa, empleado de comercio y Emil Puchetta, obrero de SMATA. Posteriormente, el director del hospital de urgencia anunció que a este nosocomio habían ingresado 2 personas de 25 y 28 años de edad, respectivamente, las cuales presentaban fracturas de húmero y un golpe en la frente.

Aproximadamente a las 15.50, en Sanidad Policial se anunció que existían allí 13 heridos, entre ellos seis policías que presentaban orificios de bala. Mientras tanto, desde la jefatura de Policía era perceptible la acción de los manifestantes en la intersección de las calles Independencia y Boulevard Junín. Desde barricadas levantadas al efecto se efectuaban disparos de armas de fuego en dirección al centro de la ciudad. La situación de la policía a esta altura era de franca impotencia, pues mientras algunas patrullas ya habían quedado sin las cargas de las bombas de gas, los vehículos patrulleros y auxiliares quedaron desprovistos de nafta, tornándose crítica la situación de los guardianes del orden.

Otro Muerto

Esta noche, a las 22.15, fue retirado de la plaza Vélez Sársfield un cadáver de una persona no identificada que había fallecido a consecuencia de un tiro en la cabeza con orificio de salida en la región occipital.

A esa misma hora una versión indicaba que un grupo de personas estaba incendiando los depósitos del Ferrocarril Belgrano, zona que aún no controlaba el ejército.

Los Heridos

Doce personas, seis de ellas con heridas de bala, fueron atendidas según se pudo establecer esta noche en el sanatorio Buenos Aires donde se asiste el personal de SMATA.

Entre los heridos el más grave es un joven de 19 años, estudiante de arquitectura de nombre Daniel Castellano quien presenta una herida de bala en el ojo derecho habiéndosele alojado el proyectil en la base del cráneo.

Su estado era esta noche desesperante. Además fueron asistidos por heridas de bala sin revestir gravedad: Daniel Hernández, Fabiano Flores, José Avendaño, Julio Amoedo y José Garay que sufrió lesiones en el pómulo izquierdo producidas por la explosión de una bomba de gases lacrimógenos.

Esta Madrugada

CÓRDOBA (De nuestra agencia). - A las 2 de la madrugada de hoy continuaban escuchándose tiroteos esporádicos y ataques de francotiradores, especialmente en los barrios alejados, como ser en Talleres, Pueblo de San Martín y Marqués de Sobremonte.

A las 2.10 de esta madrugada se anunció en el Hospital de Clínicas que había fallecido uno de los soldados heridos, con lo que se eleva a cinco el total de muertos identificados.

El edificio del Ministerio de Obras Públicas quedó totalmente destruido por el fuego y del lugar sólo se alza una densa columna de humo. Gran parte de la obra en construcción de la terminal de ómnibus está en ruinas.

Restos de las barricadas levantadas durante el día. Restos de las barricadas levantadas durante el día.

A las 2 de la madrugada la ciudad de Córdoba ofrecía el aspecto de una ciudad fantasma, en la que de tanto en tanto se podían observar aún las barricadas levantadas durante el día.

Ha retornado la luz y el profundo silencio que reina sobre la ciudad es interrumpido esporádicamente por los disparos de los francotiradores o por breves tiroteos en puntos aislados.

La responsabilidad de la vigilancia militar la ejerce el Ejército, en combinación con la Aeronáutica y la Gendarmería, bajo el mando del general de brigada Carcagno, comandante de la IV Brigada de Infantería Aerotransportada.

Se anunció esta madrugada que son más de 50 los automóviles destruidos durante los incidentes de ayer.