Cuarentena general en todo el país hasta el 31: se podrá salir a comprar comida y remedios
Roberto Debbag
Infectólogo y pediatraFernández lo anunció tras la reunión con gobernadores. La medida rige desde esta madrugada. Disponen sanciones penales para quienes la violen. Las excepciones.
A través de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que ya se publicó anoche, Alberto Fernández ordenó una cuarentena general en toda la Argentina desde la cero hora de hoy hasta el martes 31 de marzo. La decisión se tomó tras una reunión en la Quinta de Olivos con los gobernadores de todo el país y en una jornada en la que volvió a aumentar el número de infectados por coronavirus: ya hay 128 casos confirmados, entre los que se contabilizan 3 muertes.
Solo se autoriza a la población a salir a hacer compras imprescindibles, como las de alimentos y medicamentos. Las fuerzas de seguridad controlarán el cumplimiento de la cuarentena.
“Esto quiere decir que nadie puede moverse de su residencia, todos tienen que quedarse en sus casas", advirtió el Presidente. En el anuncio se mostró rodeado de los gobernadores peronistas Axel Kicillof y Omar Perotti y de dos opositores: el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta y el jujeño Gerardo Morales.
Fue una postal poderosa en medio de la crisis por la pandemia.
Fernández justificó la medida con el argumento de que pese a las restricciones que se establecieron en los últimos días para garantizar el aislamiento social, “seguimos teniendo problema de gente que no entiende que no se puede circular en las calles en estas condiciones, porque el riesgo en el que se pone al otro es muy grande".
Las siguientes son las principales medidas tomadas ayer:
• Las personas deberán permanecer en su residencia habitual.
• Se prohíbe la libre circulación (habrá controles en rutas y en espacios públicos).
• El aislamiento sólo permite desplazamientos mínimos e indispensables (al supermercado, farmacias, ferreterías, veterinarias y otros comercios de proximidad).
• Quedan exceptuados del aislamiento el personal de la Salud, Seguridad, Defensa, Migraciones, Bomberos, autoridades superiores del Estado, la Justicia, diplomáticos y la prensa.
• Habrá recolección de residuos.
• El transporte urbano de pasajeros seguirá circulando en sus recorridos habituales, aunque solo podrán viajar los que quedan exceptuados del aislamiento. Y deberán viajar todos sentados.
• Se adelantó el feriado del 2 de abril para el 31 de marzo.
En la extensa reunión en la Quinta de Olivos con los gobernadores, hubo algunos voces que plantearon la posibilidad de arrancar con la cuarentena recién mañana. Pero se impuso el criterio de que fuera ya desde la madrugada de hoy.
La conferencia del Presidente debió empezar más tarde debido a que debieron esperar a Kicillof, quien regresaba en helicóptero de La Plata de una cumbre con los intendentes de toda la Provincia también por la emergencia del coronavirus.

En Olivos estuvieron 19 gobernadores y un vice (Eugenio Quiroga, de Santa Cruz). Los ausentes que participaron por teleconferencia (además del bonaerense) fueron el fueguino Gustavo Melella, el catamarqueño Raúl Jalil (está en cuarentena tras un viaje oficial a Canadá) y el mendocino Rodolfo Suárez, quien no quiso violar las restricciones que fijó en su provincia.
El porteño Larreta apoyó “100 por ciento” la decisión de ordenar la cuarentena. También anoche el bloque de senadores del Frente de Todos, que lidera José Mayans, señaló su “respaldo total” al DNU presidencial.
En la reunión en Olivos hubo muchas consultas de los gobernadores sobre cómo serán los procedimientos de salud, la capacitación del personal de salud y la distribución de barbijos. También se preguntó mucho sobre la ayuda económica que les dará Nación a las provincias. El temor es por la caída de la recaudación y que deberán pagar salarios de sus empleados públicos.
Fernández estuvo todo el día en Olivos; a la tarde analizó el decreto con Vilma Ibarra, secretaria Legal y Técnica de la Presidencia.
Anoche, en su mensaje el Presidente dijo: “A partir de las 0 horas, la Prefectura, la Gendarmería, la Policía Federal y las policías provinciales estarán controlando quién circula por las calles. Y entiéndase que aquel que no pueda explicar lo que está haciendo en la calle se verá sometido a las sanciones que el Código Penal prevé para quienes violan las normas que la autoridad sanitaria dispone para frenar una epidemia, o en este caso una pandemia".
Y remarcó: "Vamos a ser absolutamente inflexibles. La verdad que esta es una medida excepcional que dictamos en un momento excepcional, pero absolutamente dentro del marco de lo que la democracia permite".
“Vamos a ser muy severos con los que no respeten el aislamiento que estamos planteando. Y vamos a ser muy severos porque la democracia nos lo exige. El primer deber de un gobernante es cuidar la salud y la integridad física de su gente", insistió.
"A todos les doy las gracias por el compromiso", dijo tras el encuentro con todos los gobernadores que se realizó antes en la Quinta de Olivos. Y agregó que durante ese cónclave se resolvió crear un "gabinete federal que permanentemente vaya atendiendo la evolución de la pandemia y vaya resolviendo un problema que ha surgido, que es el problema económico".
También admitió que “la economía, sin duda, se va a ralentizar y en esa lentitud vamos a tener menor actividad económica, menor recaudación y problemas fiscales que resolver".
Desde hoy permanecerán cerradas las sucursales de los bancos hasta el 31 de marzo. Estarán disponibles los cajeros automáticos y los servicios de home banking. El Central lanzó ayer una batería de créditos blandos para enfrentar lo que se viene.
Hubo largas colas en los súper para abastecerse antes de la cuarentena
Los clientes tuvieron que mantener distancia en las filas. También hubo demoras de hasta dos horas en farmacias.
10:29 AM. Quince personas hacen fila fuera de un supermercado ubicado en Lacroze al 3000. Se puede entrar de a uno en cuanto otro cliente sale. Algunos, pasados los cinco minutos, resuelven irse: “Vengo mañana, más temprano”. Un letrero explica: “Solo se permite el ingreso de 20 clientes para protegernos entre todos”.
Aunque el Gobierno había dicho que ante la declaración de la cuarentena total los comercios de proximidad seguirán abiertos, la gente en los barrios se volcó ayer a la mañana comprar lo que pudiera, ante la incertidumbre que genera la pandemia de coronavirus.
“Clima de guerra”, graficó una mujer luego de salir de una carnicería de Villa Urquiza. Allí las colas se repitieron en todos los pequeños comercios. Daban vuelta la esquina, con la gente manteniendo un metro de distancia del otro. Para comprar un remedio en la farmacia había casi dos horas de espera.
Las demoras se dieron tanto en los comercios de primera necesidad como en otros que no lo son tanto, pero que la gente imaginaba que estarían cerrados por un tiempo justamente por no ser de primera necesidad. Por ejemplo en casas de deporte, donde mucha gente compró materiales para hacer gimnasia durante la cuarentena.
En un súper de Colegiales, mientras esperaban en la fila la gente se mantenía callada, todos guardaban distancia y a veces enviaban mensajes de audio a familiares. Muchos lucían preocupados. “El tema es no deambular en la calle, decile a tu hermana”, decía un hombre de 35 años que hablaba por celular.
En el mismo súper, una trabajadora de una aplicación de pedidos a domicilio salió a la puerta con una bolsa identificada con una app de delivery y con voz clara dijo el nombre de una persona: “Verónica, Verónica”. Un repartidor, de los ocho que estaban afuera, se acercó y tomó la bolsa.
Teresita Guevara, la chica que mencionaba el nombre en la puerta, es empleada de un servicio de delivery y le contó a Clarín que ella junto con otra compañera fueron las encargadas de preparar los pedidos para los repartidores. Los productos que más pidieron desde la aplicación fueron leche de larga duración, pan de sándwich, productos de limpieza como lavandina líquida y en gel, toallitas húmedas de limpieza, yerba mate y galletitas dulces y saladas.
Oscar Ramírez, gerente del Carrefour Market de Lacroze al 3000, contó a Clarín que los clientes aceptaron las medidas adoptadas por la cadena. Agregó que para los mayores de 60 años abren de 7 a 8 de la mañana. “Pedimos que no vengan con los chicos y mucha gente lo entiende, y tenemos el tope para que el que esté haciendo la fila afuera sepa que va a conseguir lo que necesita”.
Entre las góndolas había repositores ordenando el pasillo de productos de limpieza: había lavandina, desinfectante líquido y en aerosol. “La gente se lleva el tope pero hay mercadería, tienen que estar más tranquilos”, subrayó un empleado.
Afuera, la fila se duplicaba: ya llevaba treinta personas. Un metro de distancia entre uno y otro.
Brayan es de Florencio Varela y trabaja con su moto en un servicio de delivery. A diferencia de algunos compañeros, prefirió trabajar sin barbijo: “Intenté usarlo un día, pero me tocaba más la cara para arreglármelo. Lo que sí, uso mucho alcohol en gel, siempre estoy pendiente de las manos”. Otro repartidor, Richard Montilla, de 26 años, llegó a la Argentina hace pocos meses desde Venezuela. Aunque está preocupado, necesita el dinero, dice: “Es mi única fuente de trabajo”.
En los negocios de barrio más chicos como fiambrerías y verdulerías la gente también acudió para aprovisionarse: “Yo compro para mi casa y para mi vieja que no quiero que salga”, dijo Matías. Pidió los vegetales en la puerta del local y llevó un changuito lleno de cebolla, tomate, zanahoria, espinaca y un maple de huevos. Según datos de la Asociación de Supermercadistas chinos, ayer las ventas fueron el triple que las de un día normal.
Al sur de la ciudad, en Avellaneda, algunos supermercados también regularon la cantidad de personas que podían permanecer en el establecimiento. En la fila algunos esperaban entre 1 y 2 horas solo para entrar.
En un supermercado sobre Hipólito Irigoyen al 300, el personal llevaba guantes de látex y barbijos. Los changos estaban cargados y la gente esperaba sin saber qué hacer con las manos. El orden se mantenía en una tensa calma. “Tengo miedo, pero podemos aprender para que no pase como en Europa. Si todos seguimos las indicaciones, eso ya ayuda”, analizó Clara, una docente de 37 años, mientras guardaba en una bolsa un kilo de milanesas de ternera. María Daniela Araujo Padrón
Aplauso para apoyar el esfuerzo de los médicos y enfermeros contra el virus
A las 21, en varios barrios porteños y ciudades del Interior los vecinos salieron a sus balcones y terrazas
A las 21 las paredes de las casas y departamentos de todo el país se hicieron eco de miles de aplausos. Desde ventanas, balcones y terrazas, los vecinos siguieron el ejemplo de españoles e italianos y agradecieron a los médicos, enfermeros y profesionales de la salud que corren contrarreloj para enfrentar la pandemia.
Algunos, desde que los contagios de coronavirus aumentaron y las medidas se hicieron cada vez más restrictivas, pudieron tomarse licencia, hacer home office, faltar al trabajo. Otros no. Los profesionales de la salud no pararon y no pueden parar.
Como una forma de reconocer y agradecer el sacrificio, el país entero se llenó de aplausos. Se trató de una campaña global que bajo el hashtag #ArgentinaAplaude se viralizó en las redes sociales.

En Villa Devoto, por ejemplo, los aplausos arrancaron cerca de las 21.03 y se extendieron durante unos minutos. “¡Vamos!”, arengaban desde ventanas y balcones los vecinos y los autos que pasaban sumaban bocinazos.
En Palermo, a dos cuadras del hoy desierto Distrito Arcos, el aplausazo arrancó antes. Lo inició una vecina a las 20.54, que asomada por su balcón a la calle Uriarte comenzó a arengar: “¡Aplaudamos a los médicos! ¡Bravo!”. El barrio, concentrado en compras de último momento, respondió recién a su segundo intento. Pero compensó la demora con bocinazos.
“Mirá a lo que hemos llegado, con los años que viví nunca había pasado por algo igual”, dice una señora de 90 años que salió sorprendida al patio de su casa en uno de los barrios de Quilmes centro. Mientras tanto, otra señora paseaba a su caniche y mientras miraba a su perro decía: “bravo, por los médicos”.
Los vecinos de Flores también salieron a los balcones. En la esquina de Pedro Goyena y Pumacahua muchos se vieron de ventana a ventana por primera vez, después de días de puertas adentro.