CUBA: Batista entregó el Gobierno a una Junta Militar y Huyó; Castro sigue la lucha; Ocupó Santiago y Cienfuegos; Desmanes en La Habana
ÚLTIMO MOMENTO: Virtual control de La Habana
LA HABANA, 2 (AP). — Fuerzas clandestinas de Fidel Castro se lanzaron a la acción anoche, y esta madrugada controlaban virtualmente los puntos claves de la capital. Todavía se oyen tiroteos aislados, mientras que las llamas de los incendios iluminan el cielo. Las fuerzas insurrectas dominan también los alrededores de La Habana.
Renunció Batista y escapó a Ciudad Trujillo
EJERCE EL PODER EL DECANO DE LA CORTE. LOS INSURGENTES LE NIEGAN AUTORIDAD
LA HABANA, 1° (AP) — A poco más de dos años de su audaz desembarco en Sierra Maestra, al frente de un puñado de partidarios, el jefe rebelde cubano Fidel Castro ha logrado el primero de sus objetivos: el derrocamiento y la fuga de Fulgencio Batista. Pero tan pronto como se anunció en esta capital la entrega del poder al miembro más antiguo de la Suprema Corte de Justicia, el líder del movimiento “26 de julio” advirtió que continuará la lucha hasta eliminar todo vestigio del régimen depuesto hasta tanto sea entregado el mando al doctor Manuel Urrutia, proclamado mandatario por los insurgentes. Urrutia se encuentra en campo rebelde y el general Batista buscó refugio, con parte de su familia en Ciudad Trujillo.
El frente de lucha
Pese a las informaciones optimistas distribuidas por el gobierno en la noche anterior sobre la situación en Santa Clara, en el centro de la isla trascendió que en esferas militares se estimaba grave la posición de las tropas en toda la provincia de Las Villas. El mismo Batista llegó a acusar de traición a dos altos jefes militares por haber ayudado a los rebeldes sectores vitales de esa región, allanándole el camino en dirección en Santa Clara. En este lugar, las fuerzas insurrectas al mando del médico argentino Ernesto Guevara aceptaron la lucha abierta por primera vez desde el estallido de la revuelta y lograron ocupar varios edificios oficiales y el Gran Hotel. Los dos jefes acusados por Batista fueron el general Alberto del Río, comandante militar de Las Villas y su principal ayudante, el coronel Florencio Rosell.
Un comunicado oficial anunció ayer que ambos bandos sufrieron bajas calculadas en 3.000 entre muertos y heridos. La aviación gubernamental volvió mientras tanto a lanzar ataques contra cinco pequeñas poblaciones de Las Villas resultando las más castigadas Trinidad, Jatibonico y Cruces y la información confirma así que se encuentran en poder de los rebeldes. Estos anunciaron por su parte nuevos progresos en la lucha casa por casa que se libra en Santa Clara y que hacían frente sin ceder terreno a las tropas del ejército pese a que éstas recibieron en las últimas horas, millares de hombres de refuerzo, en una desesperada tentativa de Batista por frenar la ofensiva enemiga.

Nuevas victorias
Las emisoras rebeldes anunciaron jubilosamente la toma de Morón, en la provincia de Camagüey y que habían entrado en Guantánamo, ciudad de 130.000 habitantes en la provincia de Oriente, a escasa distancia de la base naval que EE.UU. tiene arrendada en Caimanera. Otra información de los insurgentes indica que capturaron asimismo Maffo en la parte occidental de la misma provincia y que se lanzan al asalto contra Santiago de Cuba, la segunda ciudad de la isla.

La renuncia
El general Batista pasó la noche anterior en conferencias con sus colaboradores y altos jefes militares. Poco antes de comenzar la celebración del Año Nuevo habló a los presentes en Campo Columbia, cuartel general del ejército situado en las inmediaciones de la capital y después de brindar por “la paz y la prosperidad” de Cuba, anunció que “para bien de todos en este país” consideraba que su alejamiento era el camino más indicado, eliminado así más derramamiento de sangre. Batista agregó que el ejército iba quedándose sin armas y que no había posibilidades de conseguirlas en el extranjero.
El poder pasó entonces a manos de una junta militar y mientras tanto el ex mandatario partió en un avión comercial con destino a Ciudad Trujillo. Lo acompañaba su esposa y tres de sus hijos y otras treinta personas entre las que se hallaban sus más íntimos colaboradores. Hasta hace relativamente poco tiempo las relaciones del gobierno cubano con Ciudad Trujillo no eran muy cordiales pero mejoraron precisamente después de la rebelión de Fidel Castro a quien sus enemigos acusan de tener ideas comunistas.

En Ciudad Trujillo
CIUDAD TRUJILLO, 1° (AP). — El ex presidente de Cuba, general Fulgencio Batista, llegó al aeropuerto de esta capital en compañía de miembros de su familia, el presidente electo y ex ministro, Andrés Rivero Agüero; el primer ministro Gonzalo Güell; el presidente de la Cámara de Representantes, Gastón Godoy, altos jefes militares y funcionarios de su gobierno. Pese a que Batista daba muestras de cansancio no se negó al requerimiento de los periodistas y expresó que había preferido alejarse de Cuba por cuanto “la continuación de la guerra hubiese significado una terrible pérdida de vidas y la destrucción de la riqueza nacional”.
Agregó que antes del levantamiento de Fidel Castro “la vida del jefe rebelde estuvo tres veces en mis manos, y tres veces lo perdoné. Ese es el caso de muchos revolucionarios” y al preguntárselo a qué atribuía la creciente importancia del movimiento dijo: “En un principio, Castro sólo atacaba a la guardia rural no adiestrada para la lucha de guerrillas. Luego, cuando los rebeldes se atrevieron a enfrentar al ejército, contaban ya con equipos superiores a las tropas regulares pues ellos las recibían continuamente en tanto que el gobierno carecía de medios para adquirir armamentos”.

Castro desconoce al gobierno provisional
PROSIGUE LA ACCIÓN BÉLICA: Tomaron Santiago de Cuba y Cienfuegos
LA HABANA, 1° (AP). — Fidel Castro rechazó el ofrecimiento de cesación del fuego hecho por el presidente provisional Carlos Piedra, por considerarlo “un golpe de Estado de común acuerdo con Batista”, y agregó “que se proseguirán las operaciones bélicas”. Castro descartó en esta forma cualquier acuerdo con Piedra, puesto en el poder por la junta militar a la que Batista entregó el mando antes de huir a Ciudad Trujillo. El jefe del movimiento “26 de Julio” afirmó: “el golpe producido en La Habana no representa el triunfo de la revolución” alertando al pueblo y a los obreros para que se mantengan unidos.

Avanzan las Fuerzas de Castro
Por la noche las emisoras rebeldes anunciaron que las fuerzas de Fidel Castro entraron, entre las aclamaciones de los pobladores de la ciudad de Santiago de Cuba en la provincia de Oriente. Horas antes, Castro había lanzado un ultimátum exigiendo la rendición de la guarnición militar y decretando la huelga general hasta la entrega de la ciudad, segunda en importancia en todo el país.
Otro triunfo militar que se adjudicaron los rebeldes fue la toma de Cienfuegos, en Las Villas.

Esperase a Castro en La Habana
Mientras sigue la algarabía y algunos desmanes —fueron saqueadas casas de miembros del régimen y de sus familiares— se espera que de un momento a otro lleguen a esta capital Fidel Castro y el hombre que ha elegido para presidente provisional Manuel Urrutia. Entre tanto, en prueba de confianza en su posición expidió varios nombramientos.
La emisora rebelde dijo que Ernesto Guevara, el médico argentino, que al mando de una columna tomó Las Villas, comandará la Fortaleza de La Habana: Camilo Cienfuegos mandará el campamento militar de Columbia.

Paro general
Los rebeldes efectuaron un llamado a la huelga general en toda la isla hasta que Manuel Urrutia sea designado presidente provisional. Los insurrectos se apoderaron de los diarios de La Habana: Alerta y Mañana. Los comunistas proscriptos durante el regimiento de Batista hiciéronse públicos por medio de volantes en apoyo a la huelga.
Saqueos e incendios en la Capital
Millares de cubanos se amotinaron al enterarse —por vía directa ya que la noticia silenciada por las radios, corrió de boca en boca— de la fuga del presidente Batista y la mayoría de los jerarcas de su régimen. Numerosos partidarios de Fidel Castro salieron a las calles para celebrar el triunfo rebelde en las primeras horas de la mañana. Las columnas fueron engrosando, sobreviviendo entonces los primeros incidentes. En algunas zonas populosas del centro de la ciudad fueron saqueadas algunas tiendas, hoteles y casas de juego. Algunos manifestantes armados con picos rompieron casillas telefónicas y medidores automáticos de las playas de estacionamiento.
Una multitud asaltó el diario El Tiempo, partidario de Batista, y la incendió.
Abrió fuego la fuerza policial
La policía intervino enérgicamente contra los manifestantes, que se habían lanzado al saqueo del Plaza Hotel y del casino adjunto. Las fuerzas policiales dispararon reiteradas veces sus armas, pero al parecer los disparos fueron lanzados al aire. También fueron dañados los hoteles Hilton, Capri, Riviera y Nacional. Una estación radial que se tituló a sí misma Radio Habana Libre, advirtió que el alto comando rebelde procederá al rápido castigo de los depredadores.
En el Paseo del Prado, según se dijo, fue muerto a tiros un fidelista cuando trataba de capturar a uno de los colaboradores de Batista. En la barriada del puerto hubo también un tiroteo. Eusebio Mujal, secretario general de la Federación del Trabajo, que apoyó firmemente a Batista, se refugió en la embajada argentina. El aeropuerto internacional quedó cerrado. Se suspendió todo el movimiento de aviones.
Algunos de los diplomáticos extranjeros, como el nuncio apostólico, monseñor Luis Centos, y el embajador de Estados Unidos, Earl Smith, convinieron después de una conversación con Piedra, en celebrar frecuentes consultas.
Se estima que los incidentes ocurridos hoy en La Habana han dejado un saldo de 12 a 15 muertos.