Desaparecidos: graves cargos se formulan en el informe

La Comisión Nacional de Desaparecidos entregó ayer su informe al presidente Alfonsín, formulando graves cargos contra las Fuerzas Armadas por su actuación en la lucha antisubversiva. Una multitud se concentró en Plaza de Mayo para acompañar la entrega de la documentación. Alfonsín dijo que solo la “verdad y la justicia” harán posible la unión nacional.

El presidente Raúl Alfonsín recibió ayer el informe elaborado por la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP), en el que se formulan graves cargos a las Fuerzas Armadas por las violaciones a los derechos humanos.

La entrega simbólica del documento, que en su original consta de 50.000 fojas, se realizó en un breve acto cumplido poco después de las 19 en la Casa de Gobierno.

En el informe se señala que los casos de desapariciones registrados por la CONADEP ascienden a 8.960; que funcionaron alrededor de 340 centros clandestinos de detención y que dichos centros eran dirigidos por personal de las Fuerzas Armadas y de seguridad.

Ernesto Sabato, titular de la CONADEP, entrega el informe al presidente Raúl Alfonsín

Asimismo, se detallan los métodos empleados en la represión, las torturas y vejámenes y la exterminación física de los detenidos. También se consigna la composición social de quienes permanecen en calidad de desaparecidos, constando que el 30,2% son obreros y el 21% estudiantes.

Conjuntamente, entidades defensoras de los derechos humanos y partidos políticos organizaron una demostración para acompañar la entrega del informe de la CONADEP.

Una multitud estimada en más de 70 mil personas, según medios periodísticos, se concentró en la Plaza de Mayo, respondiendo a la convocatoria original de tres entidades de derechos humanos (A.P.D.H., LADH y Movimiento Ecuménico), a la que se sumaron los partidos Radical, Justicialista, Intransigente, Demócrata Cristiano (HyL), Comunista, diversas vertientes del socialismo y las restantes organizaciones de derechos humanos, con la sola excepción de las Madres de Plaza de Mayo.

Una multitud marchó para acompañar la entrega de la documentación

En Casa de Gobierno

Al recibir de manos de Ernesto Sabato el resumen del informe elaborado por la CONADEP, el presidente Raúl Alfonsín expresó (tras agradecer y destacar el esfuerzo que significó la confección del informe para los integrantes y colaboradores de la Comisión) que el “país necesitaba este ejemplo de ustedes, porque sobre la base de mentiras o de la oscuridad no podemos construir la unión nacional solamente sobre la base de la verdad y la justicia es que podemos encontrarnos en la reconciliación”.

Alfonsín señaló que “lo que ustedes han hecho entra ya en la historia del país; constituye un aporte fundamental para que, de aquí en adelante, los argentinos sepamos cabalmente cuál es el camino que jamás deberemos transitar en el futuro”.

Al admitir que “sé muy bien que no van a estar todos conformes”, el Presidente destacó que “es algo que le sucede permanentemente a quienes actúan y pretenden actuar en el marco de la ley; con un sentido de justicia y no como una forma de venganza”.

Reconoció Alfonsín que “habrá quienes de una parte y otra reclamen otro tipo de acción, pero tengo la más absoluta convicción de que la enorme mayoría de los argentinos está en este momento agradeciéndoles su esfuerzo”.

Al concluir su breve alocución, el primer mandatario recalcó que ahora “va a actuar la Justicia, a través del debido proceso y en el marco del estado de derecho”.

Sabato

Por su parte, Ernesto Sabato señaló al referirse a los desaparecidos que “arrebatados por la fuerza, dejaron de tener presencia civil; las autoridades no habían oído hablar de ellos, las cárceles no los tenían en sus celdas, la Justicia los desconocía y los hábeas corpus sólo tenían por contestación el silencio”.

Tras reseñar los efectos de la “represión demencialmente generalizada” en la sociedad, en los familiares de las víctimas y en las víctimas mismas, el titular de la CONADEP puntualizó que “con tristeza, con dolor, hemos cumplido la misión que nos encomendó en su momento el presidente constitucional de la República”.

“Esa labor fue ardua —dijo Sabato— porque debimos recomponer un tenebroso rompecabezas, después de muchos años de producidos los hechos, cuando se han borrado deliberadamente todos los rastros, se ha quemado toda documentación y hasta se han demolido edificios”.

Señaló también que “en el curso de nuestras indagaciones fuimos insultados y amenazados, fuimos acusados de no propiciar la reconciliación nacional, de activar los odios y resentimientos, de impedir el olvido. Pero no es así, no estamos movidos por el resentimiento ni por espíritu de venganza; sólo pedimos la verdad y la justicia".

La Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas

Finalmente, Sabato afirmó que "únicamente la democracia es capaz de preservar a un pueblo de semejante horror".

La reunión pública entre Alfonsín y los miembros de la CONADEP duró 12 minutos, tras lo cual continuaron su encuentro a puertas cerradas, en el Salón Sur de la Casa de Gobierno.

A las 19.15 Ernesto Sabato puso en manos del presidente de la Nación el resumen del informe, mientras las Cámaras de ATC televisaban en directo la ceremonia.

La reunión a puertas cerradas, cuando se retiraron camarógrafos, cronistas y fotógrafos, contó también con la presencia del vocero presidencial, José Ignacio López.

Por la CONADEP estuvieron Gregorio Klimovsky, Magdalena Ruiz Guiñazú, obispo Jaime de Nevares, Hilario Fernández Long, obispo Carlos Gattinoni, Eduardo Rabossi, Ricardo Colombres y los diputados Horacio Huarte, Hugo Piucill y Santiago López.

Los miembros de la comisión. Los miembros de la comisión.

También se hallaban presentes los representantes de la CONADEP en el interior: Luis Rébora (Córdoba), Armando Feritta (Mar del Plata), Manuel Blando (Rosario) y Ernesto Malisia (Bahía Blanca). Además, los secretarios de la CONADEP: Leopoldo Silgueira, Daniel Salvador, Alberto Mansur, Raúl Aragón, Graciela Fernández Meijide, Gerardo Taratuto.

8.960 casos

Un resumen de 26 carillas (que Clarín publica en forma completa junto con esta edición) fue entregado ayer al periodismo, como síntesis del informe elaborado por la CONADEP.

Dicho resumen no contiene nombres de militares acusados de excesos en la lucha antisubversiva. Lo que sigue es la puntualización de sus párrafos principales.

• "Hasta la fecha de presentación de este Informe la CONADEP estima en 8.960 el número de personas que continúan en situación de desaparición forzosa".

• "Esta cifra no puede considerarse definitiva, toda vez que la CONADEP ha comprobado que son muchos los casos de desapariciones que no fueron denunciados. Asimismo, no se descarta que pudieran estar incluidas en la nómina elaborada, algunas personas que no comunicaron oportunamente el cese de su desaparición a los organismos pertinentes".

• "La desaparición de personas reconoce algunos antecedentes previos al golpe de Estado del 24 de marzo de 1976. Pero es a partir de esa fecha, en que las fuerzas que usurparon el poder obtuvieron el control absoluto de los resortes del Estado, cuando se produce la implantación generalizada de tal metodología".

• "El secuestrado era conducido a alguno de los aproximadamente 340 centros clandestinos de detención por entonces existentes".

• "Estos centros clandestinos estaban dirigidos por altos oficiales de las Fuerzas Armadas y de Seguridad".

• "Los detenidos eran alojados en condiciones infrahumanas, sometidos a toda clase de tormentos y humillaciones. De las investigaciones realizadas surge la nómina provisoria de 1.300 personas que fueron vistas en alguno de los centros clandestinos, antes de su definitiva desaparición".

• "La comprobación de la extensión que adquirió la práctica de la tortura en tales centros, y el sadismo demostrado por sus ejecutores, resultan estremecedores. De algunos de los métodos empleados poco se conocían antecedentes en otras partes del mundo".

• "Hay varias denuncias acerca de niños y ancianos torturados junto a un familiar, para que éste proporcione la información requerida por sus captores".

• "En el marco de la metodología investigada, fueron exterminadas personas previamente detenidas, con ocultamiento de su identidad, habiéndose en muchos casos destruido sus cuerpos para evitar su posterior identificación".

• "Entre las víctimas que aún permanecen en condición de desaparecidas y las que fueron posteriormente liberadas... los porcentajes son: obreros 30,2 %; estudiantes 21,0 %; empleados 17,9 %; profesionales 10,7 %; docentes 5,7 %; autónomos y varios 5,0 %; amas de casa 3,8 %; conscriptos y personal subalterno de fuerzas de seguridad 2,5 %; periodistas 1,6 %; actores, artistas, etcétera 1,3 %; religiosos 0,3 %".

• "La CONADEP formó 7.380 legajos, comprensivos de denuncias de familiares de desaparecidos, testimonios de liberados de los centros clandestinos de detención y declaraciones de miembros de las fuerzas de seguridad".

• "De la investigación efectuada resultó la formulación de denuncias ante la Justicia, comprensivas de 1.086 legajos que permiten tener por acreditada la existencia y funcionamiento de los principales centros clandestinos de detención, nómina parcial de desaparecidos que fueron vistos en tales centros y miembros de las Fuerzas Armadas y de seguridad mencionados por las víctimas como responsables de los graves hechos denunciados”.

• "Esta comisión sostiene que no se cometieron excesos, si se entiende por ello actos particularmente aberrantes. Tales atrocidades fueron práctica común y eran los actos normales y corrientes efectuados a diario por la represión”.

• "La destrucción o remoción de la documentación que registró minuciosamente la suerte corrida por las personas desaparecidas, dispuesta antes de la entrega del gobierno a las autoridades constitucionales, dificultó la investigación encomendada a esta comisión."

• "Las personas aún desaparecidas pasaron por los centros clandestinos de detención y la respuesta acerca de su posterior destino está subordinada a los avances que se produzcan en la individualización de los responsables de la acción represiva”.

Relevamiento fotográfico realizado por la CONADEP en el ex Centro Clandestino de Detención que funcionó en Ingenio Lules, Tucumán.Relevamiento fotográfico realizado por la CONADEP en el ex Centro Clandestino de Detención que funcionó en Ingenio Lules, Tucumán.

Momentos de tensión y alivio

Había temor.

Para qué negarlo. Entre los dirigentes políticos conocedores de la intimidad de esta “concentración marcha”, poseedores de información de primera agua, nadie ocultaba sus gestos de preocupación. El fantasma de la provocación que generara incidentes era protagonista de todas las charlas en voz baja.

Y no les faltaban motivos. La Pirámide de Mayo, fiel testigo de la historia nacional, tenía escritas con aerosol rojo (seguramente manipulado por mano de obra ocupada) agresiones a Ernesto Sabato y al presidente Alfonsín. Una de las leyendas decía “CONADEP: los muertos no se usan”. Un militante comunista tachó la última palabra y la cambió por “olvidan”. Las otras pintadas eran “Abuelas están locas” y “Fuera bolches imverves (sic) de la plaza”.

En la provincia de Buenos Aires, camino a Ezeiza, aparecieron curiosos afiches reclamando “Ajusticiamiento a los militares represores” que firmaban (o los hacían firmar) el Partido Intransigente, Comunista, Humanismo y Liberación y Juventud Peronista.

Los encargados de la disciplina en las columnas más numerosas observaron en varias ocasiones a individuos en actitud sospechosa que lucían sobre sus solapas un distintivo metálico con el dibujo de un águila. También hubo frases insultantes dibujadas en las paredes de la sede central de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos.

En los círculos más altos del poder también se manejaban estos detalles. Los informes de inteligencia pintaban un panorama negro que inquietó al presidente Alfonsín, quien no ocultó su estado de ánimo frente a jóvenes radicales que lo entrevistaron por la tarde.

Hubo alivio. A las 21.30, cuando el viento se divertía haciendo planear papeles sobre la plaza vacía, muchos creyeron ver, metafóricamente, en ese impulso de aire, el suspiro satisfecho por el objetivo cumplido de las cabezas principales de cada agrupación política o de derechos humanos.

Y no les faltaban motivos. El inmenso vacío que deja la Plaza de Mayo entre tanto cemento había sido desbordado por una multitud que opinaba y participaba desde sus gritos y melodías. Desde sus pancartas y banderas.

Alfredo Leuco