Hamas lanzó desde Gaza el peor ataque terrorista en la historia de Israel
Marcelo Birmajer
Escritor y guionistaHay al menos 1.500 heridos. El golpe se inició con un intenso bombardeo de cohetes y comandos que cruzaron la frontera desde Gaza y acribillaron a civiles o los secuestraron. Aviones israelíes golpearon la Franja y mataron 200 palestinos. Netanyahu prometió venganza. Alarma mundial.
JERUSALÉN, GAZA, WASHINGTON, RAMALLAH. (THE NEW YORK TIMES, AP, AFP Y AFP)—. El grupo fundamentalista Hamás lanzó este sábado uno de los más sanguinarios ataques a Israel en su historia, tomando al país por sorpresa con una oleada incesante de disparos de cohetes y el desembarco de comandos que se desplegaron por el sur del país y secuestraron civiles, con el saldo de al menos 300 israelíes muertos y más de un millar de heridos.
La ofensiva se realizó durante una importante festividad judía y justo a medio siglo de la guerra del Yom Kipur que también sorprendió al país judío en 1973. “Estamos en guerra", afirmó el premier Benjamín Netanyahu en un mensaje a la población utilizando una palabra raramente escuchada en caso de intercambio de fuego con el lado palestino y prometió que la Franja de Gaza, desde donde vino la incursión que domina el grupo terrorista Hamás, “pagará un precio sin precedentes... reduciremos a ruinas todos esos lugares donde se esconde Hamás”.
La operación israelí de represalias ha sido llamada “Espadas de hierro”. Hamás, por su parte, bautizó su incursión como “Diluvio de Al Aqsa” y explicó que el movimiento había decidido “poner fin a todos los crímenes de la ocupación [israelí]”.
Junto con los bombardeos, el ministerio de Energía ordenó cortar el suministro de electricidad al territorio, un paupérrimo enclave de 362 km2 donde viven hacinados 2,3 millones de palestinos, sometido desde 2007a un estricto bloqueo israelí.
El premier de Israel llamó a los habitantes de la Franja, uno de los dos espacios en que se divide la población palestina, para que abandonen el lugar anticipando el potencial de la reacción militar en progreso. Desde la mañana hubo ya bombardeos continuados sobre la región que dejaron más de 200 muertos y cientos de heridos, según datos de los servicios de sanidad palestinos.
El muy planificado ataque consistió en una lluvia de cohetes que cayeron en todo el país y el desembarco de comandos que cruzaron a Israel volando en alas delta o directamente ingresando por tierra del otro lado de la frontera. Ya en Israel tomaron hasta comisarías, secuestraron a civiles, y a soldados. Según los atacantes, serían varias docenas los cautivos, algunos de ellos fueron trasladados a Gaza. “Tenemos más rehenes de los que Netanyahu ha dicho y se encuentran en diversos lugares de la Franja de Gaza. Confirmamos el secuestro de decenas, entre ellos oficiales y soldados del Ejército”, manifestó el portavoz del brazo armado de Hamás, las Brigadas de Al Qasem. El gobierno israelí demanda su inmediata liberación. Netanyahu advirtió que “no les toquen ni un cabello”.
Algunas personas fueron asesinadas impunemente en el lugar al inicio de la incursión. Hay imágenes de cadáveres en autopistas y veredas de hombres y mujeres ultimados a balazos por la acción de los cohetes que llevan cargas de clavos, vidrio molido y tornillos. “¡Manden ayuda, por favor!”, suplicaba una mujer israelí junto a su hijo de dos años, mientras un grupo de milicias abría fuego contra su casa, describieron los medios israelíes.
Hacia el cierre de esta edición se combatía en dos docenas de puntos del país donde los atacantes mantenían cautivos, e incluso retenían los cadáveres de los israelíes caídos.
Entre los muertos en Israel se encontraba el teniente coronel Jonathan Steinberg, un alto oficial que comandaba la Brigada Nahal del ejército, una destacada unidad de infantería. También hay dos argentinos entre los fallecidos. El general israelí Rassan Alian, al frente del órgano del Ministerio de Defensa que supervisa las actividades civiles en los Territorios, afirmó que Hamás había “abierto las puertas del infierno” y que “pagaría las consecuencias”.
El canciller saudita, el príncipe Faisal bin Farhan, habló temprano con su colega estadounidense, Antony Blinken, para trabajar mancomunados “para detener la violencia”. Riad está negociando la apertura diplomática con Israel, un paso que el extremismo de Gaza aliado de Irán y enfrentado con el gobierno moderado palestino de Ramallah, repudia y busca sabotear. El príncipe Faisal enfatizó “el rechazo del reino a los ataques contra civiles y la necesidad de que todas las partes respeten el derecho internacional humanitario”. Blinken antes se comunicó con el presidente palestino, Mahmud Abbas, que rivaliza con Hamas, para pedirle que condene la ofensiva terrorista sobre Israel. No hubo una respuesta positiva.
El presidente de EE.UU., Joe Biden, condenó el golpe de Hamás como “una terrible tragedia a nivel humano” y comunicó a Netanyahu que, “en mi administración, el apoyo a la seguridad de Israel es sólido como una roca e inquebrantable”,
El Jefe del Pentágono, Lloyd Austin, a su vez dijo que asegurará a Israel “lo que necesita” para confrontar con esta crisis. Por su parte Donald Trump intervino en clave electoral culpando a Biden por la ofensiva de Hamás, sosteniendo sin pruebas que EE.UU. financió indirectamente a los atacantes. Un comentario que disparó un lógico disgusto. Entre tanto, Rusia demandó un alto el fuego inmediato, exigencia que repitió Turquía.

Debido a la crisis y su creciente magnitud compañías aéreas como Iberia, Lufthansa, Transavia, Swiss, Aegean Airlines y Air France anularon sus vuelos de este fin de semana a Tel Aviv, según el indicador de llegadas en línea del aeropuerto internacional Ben Gurión.
Este ataque se produce en medio de una crisis política interna en Israel, con marchas semanales de decenas de miles de personas que rechazan un sesgo autoritario del gobierno de ultraderecha para recortar los poderes de la justicia. Netanyahu logró regresar al poder en alianza con minorías ultras, lo que desató esa controversia y posiblemente la polémica interna haya contribuido a la ausencia de reacción de los servicios de inteligencia para prever o revertir el ataque.
En esa línea, Netanyahu llamó ayer al líder de la oposición, Yair Lapid, a formar un gobierno de unidad nacional debido a que el país está en guerra. También extendió la oferta al jefe del partido Unidad Nacional, Benny Gantz. Lapid habría reclamado como condición que los partidos de ultraderecha, aliados de Netanyahu, no deberían integrar ese eventual gobierno.
“Sonó la sirena y corrimos a los refugios”
El argentino Enrique Ronseburt vive en Modi'ín. La experiencia de un sábado de bombas y terror.
Enrique Rosenburt hizo un asado y compartió un picnic con sus hijos y otras familias argentinas el viernes en un bosque cercano a su casa, en Modi'in, en el centro de Israel. Como él, miles de personas disfrutaban de los espacios verdes en el país, en un fin de semana cálido en el inicio del otoño. Ayer amaneció con los bombardeos de Hamas.
“Acá todos tenemos una habitación con hormigón reforzado y una ventana de hierro. Hoy, cuando sonó la sirena, tuvimos un minuto y medio para encerrarnos.
Por suerte en nuestra ciudad fue solo una vez, y a los 10 minutos pudimos salir porque estaba todo tranquilo”, contó Rosenburt a Clarín por teléfono desde su casa en lsrael.
Quique -así se presenta- es de Rosario. Trabajador social, dirige una ONG y creó una plataforma que ayuda a inmigrantes a buscar trabajo en el Estado hebreo, además de una ONG que enseña programación a jóvenes de bajos recursos (israelíes y árabes). El viernes cumplirá 42 años y hace 21 que vive en Israel. Estudió en la Universidad Hebrea de Jerusalén con la idea de formarse "para ayudar a los demás". Casado con una argentina, tiene tres hijos de 11,8 y 4 años. Los chicos estaban en casa de sus abuelos en Ashdod cuando sonaron las sirenas.
“Allí cayeron docenas de misiles. Pero enseguida se refugiaron en la habitación segura. Acá todos están preparados, en las escuelas hacen ejercicios para ir a los refugios, son bastante conscientes de lo que puede pasar. Aunque en el día a día no vivimos con miedo’, asegura.
“A la tarde, cuando todo se calmó un poco fui a buscarlos. Manejé entre controles policiales, en una ruta casi desierta. Los sábados solemos salir a pasear, aprovechar los parques. Hoy todos nos quedamos en casa”, relata.
Cuando ya eran las 21.30 en Israel, Rosenburt sonaba tranquilo, aunque había pasado una jornada de miedo y dolor en medio de imágenes siniestras después del inédito ataque simultáneo de Hamas que sorprendió a Israel y al mundo.
Mientras los datos oficiales hablaban de unos 250 muertos y casi mil heridos en Israel, y más de 200 muertos palestinos tras la represalia que ordenó el gobierno de Benjamin Netanyahu, el clima era de luto y temor. “Todos conocemos a alguien que falleció o fue secuestrado”, dice Rosenburt. Ahora espera que la calma regrese, aunque lleve tiempo: “Israel debe asegurar que no quede ningún terrorista en su territorio”. Carolina Brunstein