KENNEDY FUE ASESINADO
Dispararon contra su auto. Murió media hora después. Fue herido el gobernador Connally
DALLAS, Texas, 22 (AP, AFP, ANSA y DPA). - El presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy, fue asesinado en pleno centro de esta ciudad sureña mientras sonreía y saludaba con la mano, respondiendo a las aclamaciones de 250.000 personas. El mandatario norteamericano, quien realizaba una gira por Texas, iba en un auto descubierto, acompañado por el gobernador del Estado y sus respectivos esposos, cuando cayó bajo las balas de un asesino que aún no fue individualizado. El atentado se produjo a las 12.30 (14.30, hora argentina), y media hora más tarde Kennedy fallecía en el hospital de Parkland. El gobernador Connally también resultó herido de gravedad, aunque se informó que su estado no es crítico.
250.000 Personas
Nada hacía presumir el atentado. Kennedy había llegado al estado de Texas junto al vicepresidente Johnson y sus respectivas esposas 24 horas antes. Recorrió San Antonio, Houston y Fort Worth antes de llegar a Dallas donde pronunció al mediodía el que sería su último discurso.
Si bien su política racial tenía en ese estado uno de los baluartes adversos, tampoco habían sido importantes las expresiones de protesta por su posición en favor de la eliminación de la discriminación racial.
En Dallas fue recibido entusiastamente por 250 mil personas, y los periodistas solo anotaron dos manifestaciones individuales de crítica. Una mujer le gritó cuando su automóvil pasó frente a ella. Y un hombre, situado sobre el techo de un coche, portaba un cartel que decía: “Kennedy socialista. Te desprecio”.

Suenan los disparos
Precisamente, Kennedy había terminado el almuerzo (donde habló) y se dirigía a otro acto en un barrio situado del otro lado de la ciudad. La caravana estaba integrada por medio centenar de automóviles y presidida por una patrulla policial en motocicleta.
Los coches enfilaron por el gran subterráneo de tres manos, que atraviesa otra autopista y emergieron del otro lado un minuto después. Allí fue donde ocurrió el asesinato.
Se escucharon tres disparos. El coche de Kennedy se detuvo bruscamente. Eran las 18.30 (14.30 hora argentina). Y la confusión fue tremenda.
En los primeros momentos nada se pudo establecer. La guardia personal del presidente (miembros del FBI) que viajaban en otro coche a menos de cinco metros del auto presidencial, se lanzaron a la calzada con sus ametralladoras de mano.
Los policías que seguían a pie junto al coche de Kennedy se abalanzaron hacia su interior. Hubo un desbande del público que se hallaba en las aceras. De pronto se vio que el auto del presidente salía a toda velocidad hacia el hospital.

Cómo fue el atentado
Para reconstruir el atentado se hizo necesario acudir al relato de varios testigos más próximos. El primero fue un policía, miembro de la guardia personal de Kennedy.
—Abrí la portezuela. Lo vi con el rostro ensangrentado. Su esposa lo abrazó, mientras exclamaba: ¡Oh no…! El chofer actuó rápidamente y lanzó el auto a toda marcha. Vi también con sangre a John Connally, que ocupaba el mismo asiento interior con Kennedy.
En la calzada quedaron durante cuatro minutos los cuerpos de dos hombres. Uno de ellos era un miembro del FBI y otro un policía local. Ambos estaban muertos alcanzados por los disparos.
En tanto se retiraban los cadáveres y el presidente Kennedy llegaba al hospital donde falleció media hora después, a las 19 (15 hora argentina), se estableció que los tres disparos habían sido dirigidos desde un edificio de cinco pisos situado a la vera de la calle.
El teniente Erich Kaminsky, del servicio secreto, expresó en el primer momento que el arma del asesino parece ser “un fusil de alta potencia del ejército de calibre 25 con mira telescópica”. Todo el edificio de donde partieron los disparos fue evacuado iniciándose una búsqueda minuciosa.
El inspector de policía de Dallas, J.H. Sawer, manifestó que se habían hallado rastros de pollo frito y papeles en el quinto piso. “Aparentemente —dijo— el francotirador había estado aguardando un buen tiempo”.

Otros tres relatos
Bob Jackson, fotógrafo del “Dallas Times Herald” que se encontraba en el automóvil que seguía al presidente, hizo un relato expresando que los disparos fueron tres. “Al alzar la vista —agregó— vi a varias personas inclinadas en una ventana del edificio de donde parecían provenir los tiros. En ese momento un fusil era retirado del lado derecho de la ventana. No pude ver a nadie detrás del fusil ni siquiera si el arma estaba provista de mira telescópica. El asesino —afirmó— se encontraba en un ángulo de 45 grados respecto a su blanco”.
Otro testigo presencial, el senador Ralph Yarbrough, que viajaba tres coches más atrás, expresó que “pude ver a un hombre del servicio secreto que penetraba en el automóvil y hacía gestos de ira, angustia y desesperación. Me di cuenta que algo trágico había ocurrido”.

El senador contó tres disparos de fusil cuando la caravana salía del centro de Dallas por un paso subterráneo con tres manos de tráfico. “Los disparos —señaló— fueron hechos desde arriba, posiblemente de uno de los puentes o desde un edificio cercano”.
Mac Couch, reportero de televisión, dijo que vio “un arma asomar del piso alto de un depósito que tenía una vista sin obstáculos del automóvil presidencial”.
En el hospital
Mientras la policía “establecía sitio” a todos los lugares adyacentes al escenario del atentado, John Kennedy penetraba moribundo en el hospital Parkland, a tres kilómetros y medio de distancia. Estaba sin sentido recostado sobre el hombro de su esposa. En el suelo del coche el gobernador de Dallas, John Connally atendido por su señora.
Kennedy y Connally fueron descendidos en camilla. Jacqueline con su vestido gris manchado de sangre lo hizo detrás.
El fallecimiento
Kennedy ingresó a la sala de operaciones cuatro minutos después del atentado. Se le practicaron transfusiones de sangre y se estaba preparando una traqueotomía de urgencia cuando dejó de existir. Eran las 19 (15 hora argentina). el primer anuncio de la muerte fue dado a la prensa por uno de los sacerdotes, el padre Huber.
—El señor Kennedy ha fallecido.
Una multitud que se hallaba en la calle, frente al hospital, brindó al extinto presidente el primer homenaje público. Hubo gran cantidad de escenas de llanto y la policía debió impedir que el público invadiera el interior del hospital.
El anuncio oficial
El anuncio oficial del fallecimiento de Kennedy fue formulado en la Casa Blanca, de Washington, a las 19.10 (15.10 hora argentina) por el secretario Malcom Kilduff. Fue circunspecto:
—El presidente acaba de fallecer víctima de un balazo en la cabeza, que le interesó la masa craneana…”
El parte médico
Los médicos que lo atendieron en el hospital Parkland declararon que “el proyectil que acabó con la vida del presidente Kennedy penetró en la caja craneana, atravesando el temporal derecho y provocándole una lesión cerebral. Kennedy sobrevivió cerca de 25 minutos al atentado y cuando fue trasladado al hospital aún conservaba la lucidez”.
Uno de los médicos, el doctor Clark, relató que mientras el doctor Perry atendía al presidente de la herida que tenía en el cuello “debajo mismo de la manzana de Adán”, luego de habérsele observado de la herida en la cabeza “que era grande con pérdida considerable de tejidos del cerebro”, se produjo el fallecimiento.
También dijo que la esposa de Kennedy se hallaba tomada de la mano del matrimonio Johnson, en una sala contigua a la de la operación, cuando se le informó de la muerte del esposo. “Tenía parte del vestido y su media izquierda llena de sangre”.

Traslado de los restos
Entretanto, en el hospital se activaban los preparativos para el traslado de los restos de Kennedy a Washington, los médicos dieron a conocer nuevos detalles.
El doctor Malcom Perry señaló que “nunca tuvimos esperanza de salvarle la vida a pesar de que fue atendido por ocho médicos”.
Por su parte, el neurocirujano doctor Kemp Clark informó que se aplicaron oxígeno y transfusiones de sangre y que después se le administró anestesia para que pudiera hacérsele una traqueotomía de urgencia. Añadió que poco después de llegar al hospital el corazón del presidente “empezó a fallar. Su pulso no se sentía”.
Silenciosa despedida
Los restos del presidente Kennedy fueron depositados en una ambulancia. Subió a ella Jacqueline, su esposa. Dos motociclistas abrieron paso al vehículo que abandonó el hospital, con las cortinas bajas, a las 20.50 (18.50 hora argentina). El viaje hasta el aeropuerto se cumplió en 15 minutos.
Una multitud, la misma que lo había recibido en Dallas, le dio una impresionante como silenciosa despedida cuando el féretro fue trasladado al imponente avión (Fortaleza Volante 1) que lo llevó a Washington.
La noticia cambió el ritmo de Buenos Aires
Minutos antes de las 15, la tarde dio un vuelco impresionante en el ritmo de la ciudad. El cable había vibrado transmitiendo una noticia que causó, primero, perplejidad, luego, desazón y congoja. El sentimiento por el asesinato de John Kennedy fue unánime y se vio fielmente reflejado en el centro de la ciudad. Verdaderas multitudes se aglomeraron frente a las pizarras de los diarios para enterarse de las últimas noticias; los diarieros agotaron las ediciones, y los principales comercios céntricos entornaron sus puertas y colocaron en sus escaparates crespones negros y fotos del extinto.
A las 14.45
Las primeras noticias sobre el atentado perpetrado en Dallas se propagaron por las radios locales a las 14.45. De inmediato corrieron por toda la ciudad y el público se abalanzó sobre diarios y radios, que transmitían o publicaban en sus pizarras los sucesivos cables de las agencias extranjeras.
A las 15.40 ya no quedaban dudas: John Kennedy había muerto. Inmediatamente las pizarras confirmaron la infausta nueva. Un estado de estupor se extendió por la ciudad. Primeramente el público permaneció en silencio: luego brotó el llanto en varias mujeres. Las personas reunidas frente a Clarín, en la calle Corrientes, eran tantas que llegó a interrumpirse el tránsito.
La congoja era general y a la luz de las noticias se trataba de ubicar un culpable de lo irreparable. Se señalaba como causa la valiente campaña contra la segregación racial: emprendida por el extinto presidente. Y la mujer argentina nombraba en su llanto a Jacqueline Kennedy: “Como la señora de Roosevelt, ella será una viuda ilustre y mundial. No podrá volver a casarse y es una gran pena, porque es muy joven… y tan bonita”. También el recuerdo del público era para los hijos de Kennedy, de 6 y 2 años.
El porteño apretó su corazón mientras las sombras descendían sobre la ciudad y un nudo en la garganta era el símbolo del dolor por el desaparecido patriota norteamericano.

Gigantesca investigación en el sur para hallar al asesino; Presúmese que sea un racista recalcitrante
DALLAS, Texas, 22 (AP, AFP, ANSA, DPA). — Toda la maquinaria policial y del FBI (con refuerzos llegados por vía aérea de Washington había tendido esta noche el más formidable “cerco que se recuerda” a la ciudad donde perdió la vida en un atentado el presidente Kennedy, en procura de la detención del asesino.

Conforme a un cálculo realizado a medianoche, los detenidos “están cerca del medio centenar”, prosiguiendo incesantemente el interrogatorio a Lee Oswald (principal sospechoso) que fue arrestado media hora después del atentado en el interior de un cinematógrafo y en medio de una acción confusa en cuyo transcurso, de acuerdo a noticias policiales un agente resultó muerto.
Oswald de 24 años de edad, había sido calificado de “desequilibrado mental” y alcanzó notoriedad hace no mucho tiempo al renunciar a la ciudadanía norteamericana, Oswald se casó con una mujer rusa en la ciudad soviética de Minsk, donde trabajó desde 1959 hasta el otoño de este año, en que retornó a Estados Unidos para establecerse en Fort Worth, cerca de Dallas. Conforme a la versión policial el sospechoso recibió orden de arresto en la puerta de un cinematógrafo y al ser perseguido disparó varios tiros con una pistola que alcanzaron al agente J. D. Tippit, de la policía metropolitana, quien falleció una hora después en el hospital. El sospechoso también ha sido sindicado como presidente de un comité pro cubano “Fair play for Cuba” (Juego limpio con Cuba). Empero los medios policiales no se han aferrado a este único personaje. Para Will Fritz, jefe de la sección homicidios de Dallas, “parece ser un buen sospechoso”, si bien expresó que el detenido “no había confesado pese al interrogatorio de dos horas”.

La policía dio a medianoche un comunicado oficial donde expresa que “Oswald negó toda conexión con los criminales”, agregándose que el detenido “mató al policía, pero no se le ha identificado como el asesino de Kennedy”
