Tres muertos y diez heridos por el criminal atentado
Ayer fueron sepultados en la Chacarita los restos de la joven Paula Lambruschini, hija del vicealmirante Armando Lambruschini, una de las tres víctimas fatales del criminal atentado de la madrugada anterior contra el domicilio del alto jefe naval. Otras 10 personas resultaron heridas. La poderosa explosión de la bomba, de extraordinario poder, conmovió al Barrio Norte y provocó destrozos de gran magnitud en un gran radio. El edificio en el que fue colocado el artefacto deberá ser demolido. Videla, Massera, Viola y otros jefes militares y personalidades civiles, acompañaron al vicealmirante Lambruschini en el velatorio y la inhumación.
Fueron inhumados ayer, en el cementerio de la Chacarita, los restos de Paula Lambruschini, la joven hija de solo 15 años de edad, del jefe del Estado Mayor General de la Armada, vicealmirante Armando Lambruschini, muerta en el atentado cometido a la madrugada de la víspera contra su domicilio, con una bomba de extraordinario poder destructor.
En el hecho, uno de los más graves de ese tipo de que se tenga memoria en el país, también resultaron muertas una anciana y otra persona no identificada todavía, mientras que sufrieron heridas de distinta consideración diez de los ocupantes de los dos edificios que fueron los más afectados por el poderoso estallido.
La violencia de la explosión causó daños de tal magnitud, que una de esas dos fincas, ambas son de varios pisos, deberá ser demolida. Pero otras construcciones situadas tanto a uno como a otro lado de la calle en que se levantan esos edificios, sufrieron igualmente los efectos directos del estallido, mientras que la onda expansiva provocó la rotura de vidrios en un amplio sector. Numerosos automotores estacionados en las cercanías resultaron también destruidos o seriamente dañados.
La impresionante deflagración, escuchada en un amplio radio, se produjo a la 1.35 de ayer en la finca de nueve pisos de Pacheco de Melo 1957, situada en Barrio Norte, que se levanta al lado de la que habita el vicealmirante Lambruschini con su familia.
El poderoso artefacto, al parecer, fue colocado a la altura del techo de un departamento del segundo piso del primero de esos edificios, en el sector medianero, que colinda con la finca de Pacheco de Melo 1963, en cuyo tercer piso habita el alto jefe naval.
El dormitorio de Paula Lambruschini, sorprendida cuando descansaba, se encuentra justamente en el sector medianero, por lo que sufrió los mayores efectos de la tremenda explosión.
El departamento en que se había colocado la bomba es el señalado con la letra “A” del segundo piso, en Pacheco de Melo 1957, y, según declaró su propietaria, Alejandrina Passo de Gil, se encuentra desocupado desde fines de junio último, época en que lo abandonó su inquilino, quien trabaja en lugares de diversión nocturna.
“Desde esa fecha —afirmó la dueña del departamento— vinieron a verme, tres veces, jóvenes que presentaron credenciales de supuestos interrogantes de la División Toxicomanía de la Policía Federal, quienes dijeron que intentaban investigar la posible tenencia de drogas del último inquilino.”
Agregó que la última visita la efectuaron anteayer, “dos jóvenes, de aproximadamente treinta años, muy bien vestidos, los que traían tres pequeños tubos, uno de color marrón, otro rojo y otro transparente, con los que dijeron efectuarían las investigaciones”.
“Los dos supuestos agentes —prosiguió— trabajaron desde las 17 hasta las 21, solos en el departamento, ya que yo tuve que salir a hacer diligencias. Cuando regresé a las 21, aún no habían concluido con el trabajo, por lo que me solicitaron nuevamente autorización para continuar.”
Prosiguió diciendo la señora Passo de Gil que se volvió a ausentar del departamento hasta pasada la una de la madrugada de ayer. Cuando llegó se dirigió directamente al departamento “B” del primer piso de la misma finca, sin pasar por el 2° “A”, es decir, el desocupado que aparentemente se investigaba.
“Alrededor de veinte minutos después de llegar —expresó— se sintió la terrible explosión. Parecía que el mundo se venía abajo. Creo que nos salvamos de milagro”, finalizó.
Además de la joven Paula Lambruschini, también murió la señora Margot O’Barrio de Vila, de 82 años, esposa de un médico, con quien, al parecer, ocupaba uno de los departamentos del primer piso de Pacheco de Melo 1957. Su cadáver recién fue rescatado anoche. Los diez heridos fueron atendidos en los hospitales Fernández, Rivadavia y San Martín, donde se informó que fueron retirados una vez que se les proporcionó las primeras curaciones.
A los pocos minutos del estallido, se hizo presente en el lugar el ministro del Interior, general Albano Harguindeguy, quien vive en la misma manzana afectada. Muy poco tiempo después llegó también el comandante en jefe de la Armada, almirante Emilio E. Massera, a quien se vio salir más tarde ayudando a la señora de Lambruschini, fuertemente afectada por las desdichadas circunstancias que vivía.
Toda el área fue acordonada por efectivos policiales y con la urgencia del caso concurrieron ambulancias que trasladaron a los heridos y dotaciones de bomberos que se dedicaron a la tarea de remover los escombros, a la vez que personal especializado de la Municipalidad procedía a apuntalar el edificio en que había sido colocada la bomba.
Los cuatros pisos inferiores eran una informe masa de escombros en esa finca, que presentaba las columnas de cemento que la sostenían seriamente dañadas, razón por la que, al concluir en las primeras horas de la tarde de ayer el trabajo en busca de posibles víctimas, finalmente no halladas, se resolvió que deberá ser demolida. En el edificio que habita el vicealmirante Lambruschini resultó principalmente afectado el tercer piso, aunque también sufrieron daños las dos primeras plantas.
En los edificios cercanos se nota la caída de trozos de mampostería, y, como signo de la violencia de la onda expansiva, una Estanciera IKA, que se encontraba frente a Pacheco de Melo 1949, quedó virtualmente aplastada por trozos de hormigón.
A pesar de que la familia del vicealmirante Lambruschini dispuso efectuar el velatorio de la jovencita Paula en la mayor intimidad, numerosas personalidades del gobierno y de las Fuerzas Armadas se hicieron presentes para expresar sus condolencias.
El presidente de la Nación, teniente general (RE) Jorge Rafael Videla llegó a las 11 al local de la calle O’Higgins 2846, donde se instaló la capilla mortuoria, acompañado por su esposa, y permaneció en el lugar una hora y cuarenta y cinco minutos.
Se anotó también la presencia del teniente general Roberto Viola y del brigadier Miguel Angel Ossés, ambos con sus esposas. El comandante en jefe de la Fuerza Aérea, brigadier general Orlando Ramón Agosti no se encuentra en esta capital. Fueron también numerosos los generales, almirantes y brigadieres, en actividad y en retiro, que llegaron hasta el lugar. Entre los presentes estuvieron el dirigente radical Facundo Suárez y el general retirado Adel Vilas. Alrededor de las 13.15, un capellán naval ofició una misa de cuerpo presente.
A las 15.40 ingresó a la Chacarita el cortejo fúnebre de Paula Lambruschini. En los últimos tramos, se formó detrás del coche fúnebre una densa columna, que encabezaban el vicealmirante Lambruschini y su esposa, y el almirante Massera y su esposa.
También concurrieron los ministros de Educación, Juan José Catalán; del Interior, general Harguindeguy; de Trabajo, general Horacio T. Liendo; el secretario de Información Pública, contralmirante Rubén Franco; el comandante del I cuerpo, general Carlos G. Suarez Mason; el presidente de la C.N.E.A, contralmirante Carlos Castro Madero; el secretario de Hacienda, Juan Alemann, y otras autoridades y personalidades, civiles y militares.

Repudios
La Cámara de Exportadores de la República Argentina, en tanto, que declaró que “este triste acontecimiento revela en que medida los derechos humanos desconocidos y violados criminalmente por quienes desde el exterior abogan por la protección y defensa de esos derechos.”
La Mesa Directiva de la Unión Cívica Radical, por su parte, expresó que “el país no renuciará, pese al bárbaro atentado, a la empresa que consagre una convivencia civilizada que dé término a la irracional violencia, uniendo su protesta a la de toda la Nación”.
El nucleamiento sindical denominado Comisión de Gestión y Trabajo, repudió anoche, mediante un comunicado, “el brutal atentado que costara la vida de la joven Paula Lambruschini y otros inocentes”.
También el Partido Intransigente repudió “el aleve atentado”.