Se suicidan 200 fanáticos en Guyana tras matar a un legislador de EE.UU.

Julia Scheeres

Autora de “Mil vidas: la historia no contada de Jonestown”

El Departamento de Estado norteamericano informó ayer que cuenta con “alarmantes indicios” de que 200 seguidores de una rara secta norteamericana se suicidaron, inducidos por un “santón” que los dirigía, luego de que uno de ellos matara a un legislador estadounidense y a otras cuatro personas. El parlamentario encabezaba una comitiva que se había trasladado desde San Francisco para investigar denuncias sobre prácticas infrahumanas en el grupo religioso.

GEORGETOWN, Guyana y WASHINGTON, 19 (AFP, ANSA, AP, R-L, UPI). — El Departamento de Estado informó hoy tener “indicios alarmantes” de que unos 200 miembros de una esotérica secta norteamericana —afincada en Guyana— se suicidaron en masa luego de que uno de ellos matara a un legislador norteamericano, a un reportero gráfico, a dos periodistas de la cadena televisiva estadounidense NBC y a una guía.

El legislador Leo Ryan y las otras cuatro personas fueron asesinados a balazos en Puerto Kaituma, un remoto paraje incrustado en la selva de Guyana, a 240 kilómetros al noroeste de la capital. Ryan, nacido el 5 de mayo de 1925, en Lincoln, Nebraska, era diputado por California e integrante de la Comisión de Relaciones Internacionales de la Cámara de Representantes.

El diputado Ryan y su secretaria Jacqueline Speier (ahora herida gravemente), en una foto reciente

El legislador, acompañado por amigos, parientes y periodistas —entre ellos el famoso abogado Mark Lane—, se había internado en la espesa selva de Guyana para investigar las actividades de la secta religiosa People’s Temple, original de la ciudad estadounidense de San Francisco, y que su fundador —Jim Jones— trasladó a Guyana acompañado por un grupo de fanáticos. Jones, ex funcionario del Ayuntamiento de San Francisco, difundió en Guyana los principios de su credo y estableció el templo en un pueblo que llamó Jonestown, posiblemente en su propio homenaje.

Ryan se proponía investigar las actividades de la secta que, según informaciones de San Francisco, reconoce 20.000 fieles. Jones la fundó hace 15 años y su traslado a Guyana estuvo rodeado de controversias.

Jim Jones, jefe del Templo del Pueblo, secta religiosa norteamericana afincada en Guyana.

Algunos miembros de la comunidad de Jones, que posteriormente la abandonaron, afirmaron que el “reverendo —un extraño personaje que usa anteojos negros y corbatas deslumbrantes— tiene influencia sobre negros evangelistas de Indiana”. Sus detractores dicen que el reverendo Jones, obligaba a sus fieles a cederles sus propiedades con extorsiones y crueles castigos.

Al parecer, Jones aplicaba los mismos métodos en Jonestown.

Jim Jones reunió a un gran grupo de seguidores en San Francisco antes de mudar su iglesia a Guyana

Otro asesinato

Ryan cayó en una emboscada junto al fotógrafo Greg Robinson, del “San Francisco Examiner”, y los periodistas de la NBC, Bob Brown y Don Harris. Posteriormente se estableció que también había perecido Patrick Park, una ex integrante de la secta Jones que guió a la expedición hasta el corazón de la selva de Guyana. Se informó que por lo menos otros nueve integrantes de la comisión investigadora fueron heridos de bala por los fanáticos del reverendo Jones. Entre los heridos figura la secretaria de Ryan, Jackie Speier y también un alto funcionario de la embajada estadounidense de Guyana.

Los cuerpos de Robinson y Ryan, asesinados en un sorpresivo ataque en Puerto Kaituma por miembros del Templo del Pueblo.  [AP Photo/San Francisco Examiner, Tim Reiterman] Los cuerpos de Robinson y Ryan, asesinados en un sorpresivo ataque en Puerto Kaituma por miembros del Templo del Pueblo. [AP Photo/San Francisco Examiner, Tim Reiterman]

El ataque contra Ryan y su comitiva se verificó en la pista de aterrizaje de Puerto Kaituma, cuando el legislador se aprestaba a regresar a Georgetown. Pero la misteriosa conducta de los sectarios tuvo su eco precisamente en Georgetown, cuando la policía encontró degollada a Sharon Amos y a sus tres hijas, de 21, 11 y 9 años; la víctima era la encargada de las relaciones públicas de la Iglesia Popular del Templo en la capital de Guyana.

Jones se proponía desarrollar una comunidad agraria de 7 mil hectáreas en la selva, y todo parece indicar que atraía y contrataba a trabajadores negros. Los castigos corporales y otras crueles venganzas de los sicarios del reverendo Jones habrían despertado el interés de las autoridades de Guyana, primeramente, y el de los estadounidenses después.

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Suicidios en masa

Pero las muertes de Ryan y de los cuatro miembros de su comitiva desataron una ola de sangre en Jonestown y San Francisco, según informaciones de fuentes fidedignas. Deborah Layton, una dirigente de la secta, reveló que Jones podría haber decretado los suicidios en masa luego de la muerte de Ryan. Así, según informaciones procedentes de Guyana, unos 200 fieles se habrían suicidado ayer en el templo de Jonestown.

Un cartel en la entrada de la finca reza "Bienvenidos a Jonestown, el Templo del Pueblo".

Deborah Layton abandonó la vida comunal del Templo del Pueblo hace tres meses, después de haber pasado algún tiempo en Jonestown. Layton dijo que los miembros de la comunidad eran castigados a latigazos y vigilados por guardias armados con fusiles, y que recibían un “lavado de cerebro” tan completo que podían suicidarse ante el requerimiento de Jones. La ex sicario de Jones agregó que en Jonestown la secta tenía un arsenal de 300 rifles, revólveres y bazucas. Los castigos y las repetidas muertes de jóvenes que entraban a la secta movieron la investigación del diputado liberal Ryan, que culminó con su muerte. Entretanto, en San Francisco se temía que los fieles de Jones —unos 15.000— siguiesen la carrera de suicidios iniciada en Jonestown.

Los cuerpos de los miembros del Templo del Pueblo yacen en JonestownLos cuerpos de los miembros del Templo del Pueblo yacen en Jonestown

Guyana envía tropas

Un vocero del Departamento de Estado dijo que se sentía “asombrado y profundamente consternado” por los acontecimientos de Puerto Kaituma. El embajador estadounidense en Guyana, John Burke, estableció rápidamente contactos con el primer ministro del remoto país, Forbes Burnham, que se manifestó muy preocupado. Una compañía de las fuerzas militares de Guyana, integrada por 1500 hombres, marchó hacia la selvática área de Puerto Kaituma. Según pudo establecerse, el ataque contra Ryan y su comitiva lo perpetró uno de los miembros de la secta que regresaba a Georgetown para testificar. “Se arrepintió y descargó su pistola”, dijo uno de los heridos.